Written by Sebastian Puig
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Tagged economía española, economía y política
Recuperación económica, inflación y límites de la política monetaria.
Las tensiones deflacionistas sufridas por las economías avanzadas tras la crisis financiera de 2007-2009 están llegando a su fin. En este nuevo entorno macroeconómico de crecimiento y recuperación, hace falta terminar con las políticas monetarias no convencionales y afrontar un probable escenario inflacionista, aunque aparentemente la inflación todavía se mantenga en niveles bajos. En este sentido, resulta también necesario replantearse las formas de medirla y revisar tanto la oportunidad como la efectividad de fijar y perseguir activamente unos objetivos determinados de inflación. Un camino lleno de incertidumbres y no exento de riesgos sistémicos. En mi nuevo artículo de Thinknomics analizamos todos los elementos mencionados.
Trumpnomics, segunda parte: la política comercial de Trump.
Hace unas semanas, coincidiendo con el primer aniversario del mandato de Trump, empezamos a analizar en Crónica Global las políticas económicas de su presidencia, y tratamos de hacerlo dejando de lado cualquier simpatía o antipatía u otras consideraciones que no fueran las puramente factuales. Ya apuntamos entonces que, en el ámbito económico, estamos muy lejos de obtener una visión unánime, dadas las polvaredas emocionales y mediáticas que levanta el personaje.
Aquella primera entrega la dedicamos a estudiar la naturaleza y posibles efectos de su amplia y polémica reforma fiscal, un ambicioso paquete de medidas estimado en 1,5 billones de dólares, que supone la mayor transformación en este ámbito desde 1986. Decíamos entonces que, más allá de dicha reforma, resulta necesario también analizar otras áreas igual de relevantes para el devenir económico norteamericano y, por extensión, global. En este nuevo artículo abordamos otro elemento clave: el reenfoque de la política comercial norteamericana.
Análisis de la reforma fiscal de Trump
El viernes 22 de diciembre del año pasado, Donald Trump estampaba triunfalmente su firma en la polémica Tax Cuts and Jobs Act of 2017 (TCJA), un ambicioso paquete de medidas estimado en 1,5 billones de dólares, que supone la mayor reforma fiscal estadounidense desde 1986. El texto legislativo se aprobó inicialmente en el Congreso por 227 votos a 203 (con 12 republicanos y todos los demócratas en contra), pasó por el trámite del Senado con tres pequeñas enmiendas y un apretadísimo 51 a 48 negociado a ritmo de House of Cards (esta vez, con pleno apoyo republicano), y finalmente regresó a la Cámara de Representantes, donde quedó aprobado con 224 sobre 201 votos, reflejo de la profunda división que la norma ha suscitado en los legisladores.
En mi nueva Crónica Trumpista para Ecoonomía analizo sucintamente los detalles más destacados de esta reforma.