Trumpnomics

Trump y su camarilla están insinuando que todo el caos que han originado en estos últimos días es parte de una estrategia perfectamente diseñada. La realidad, en mi opinión, es más prosaica: la "estrategia" del presidente norteamericano es una traslación chapucera, caótica, apresurada, parcial y horriblemente ejecutada de la propuesta que hizo en su día su asesor económico Stephen Miran en el documento "A User’s Guide to Restructuring the Global Trading System" (noviembre 2024). Vamos a explicar brevemente en qué consiste.

Miran toma como punto de partida el hecho de que el dólar está persistentemente sobrevalorado debido a su papel como activo de reserva global:

  • Esto desequilibra el comercio internacional, encarece las exportaciones de EE.UU. y abarata las importaciones, debilitando el sector manufacturero nacional.

  • El sistema actual obliga a EE.UU. a mantener déficits gemelos (externo y fiscal) para sostener la oferta global de activos seguros (bonos del Tesoro).

Propone la imposición generalizada de aranceles: un arancel del 10% sobre todas las importaciones y del 60% sobre productos chinos, para corregir desequilibrios comerciales. ¿Les suena?

El autor defiende que esa implementación de aranceles sea gradual, con subidas progresivas (ej. +2% mensual) hasta alcanzar los niveles objetivo. Esta estrategia busca reducir la volatilidad financiera y aumentar el poder de negociación. Además, el sistema de aranceles debe ser escalonado según el país, clasificando los países en grupos con porcentajes diferenciados según:

  • Prácticas comerciales y cambiarias.

  • Cooperación en defensa y seguridad.

  • Comportamiento geopolítico y respeto a la propiedad intelectual.

El paper también plantea condicionar el acceso al mercado estadounidense, con una entrada privilegiada solo para países que respeten los principios de reciprocidad comercial y apoyen el orden de seguridad liderado por EE.UU. Diseña por tanto una fusión entre política comercial y de seguridad nacional, usando los aranceles como herramienta geoestratégica y priorizando productos críticos como semiconductores, farmacéuticos y material de defensa.

Propone asimismo el uso de políticas cambiarias para contrarrestar la infravaloración extranjera, aplicando estrategias multilaterales (negociaciones) y acciones unilaterales como:

  • Acumulación de reservas por parte del Tesoro.

  • Intervención en los mercados de divisas.

El objetivo perseguido con ello sería rebalancear el tipo de cambio real efectivo sin perder el control del dólar. El autor considera fundamental una coordinación estrecha con la Reserva Federal para minimizar la volatilidad financiera y asegurar estabilidad durante los ajustes cambiarios.

Se plantea además el uso de los aranceles como fuente alternativa para reducir un déficit fiscal insostenible sin necesidad de subir impuestos (renta y sociedades), lo que ayudaría a compensar el gasto federal, protegiendo a trabajadores y empresas de mayores cargas tributarias.

Propone finalmente la formación de un muro arancelario multilateral frente a China, vinculando política económica y de seguridad, incentivando a los aliados a alinearse con EE.UU. en términos comerciales y estratégicos.

En conclusión, el paper de Stephen Miran sugiere cómo reconfigurar el sistema global manteniendo el liderazgo del dólar, pero redistribuyendo los costes económicos. Se trata, según el autor, de reequilibrar el sistema a favor de EE.UU. sin perder su primacía financiera y estratégica.

¿Y qué ha hecho Trump con esos planteamientos? Aplicar al estilo “elefante en cacharrería” la teoría descrita, que ya de por sí adolecía de importantes carencias teóricas y de comprensión del actual orden geoeconómico.

Trump ha comprado la idea de los aranceles, pero ignorando la aplicación gradual propuesta, sin clasificar a los países en bloques, rompiendo con sus aliados estratégicos y absteniéndose de coordinar absolutamente nada. El resultado es el esperable: caos y caídas generalizadas en los mercados, represalias internacionales, más que probable inflación y desconfianza global. Se ha dedicado a montar su show habitual:

  • Anuncios improvisados y puesta en escena extravagante.

  • Aranceles generales justificados con una ridícula regla de tres.

  • Amenazas públicas sin estrategia diplomática.

  • Cero coordinación con la Fed.

  • Aislamiento de aliados clave (la UE, Japón, Corea del Sur...)

El propio Miran ya advertía en su paper: si se aplican mal, los aranceles castigan al consumidor, debilitan al exportador y pueden detonar una gran inestabilidad financiera. Trump se ha ignorado olímpicamente dicho aviso: subirán precios, caerá la inversión, la incertidumbre se mantendrá en máximos.

El plan de Miran, aunque equivocado, tenía estructura y proponía una precisión quirúrgica. Trump lo ha adoptado a trozos y a su capricho, porque le gustaban algunas ideas, y lo ha usado como otro de sus arietes propagandísticos: improvisado, desordenado y altamente dañino. Cuando una estrategia de por sí discutible se ejecuta con tal torpeza y falta de escrúpulo, el resultado no solo conduce al fracaso, sino a un desastre amplificado por la arrogancia y la improvisación.

¿Será posible ponerle algún remedio y aliviar los daños ya producidos?

Aunque el shock negativo ya está creado, pienso que todavía podrían contenerse los peores daños y reencauzar parcialmente este enorme desaguisado global, pero requiere una intervención inmediata, coherente y técnicamente solvente. Y no alimentar la hoguera con más leña, algo poco probable con las dinámicas actuales.

La fiebre del oro

Ante el panorama geopolítico global, muchos países han recurrido al hashtag#oro, viejo patrón, tradicional refugio y barómetro infalible de inestabilidad. Tras un año de subidas, ha alcanzado los 3.000 dólares la onza, récord histórico.

Para numerosas naciones, una gran reserva de oro otorga mayor credibilidad económica en la escena internacional. Los cinco países que más aumentaron sus reservas de oro en 2024:

1º Polonia: 90 toneladas.
2º Turquía: 75 toneladas.
3º India: 73 toneladas.
4º China: 44 toneladas*.
5º República Checa: 21 toneladas.

*En 2022, China había adquirido 62,2 toneladas y en 2023 224,9.

Tendencias globales 2025

Una año más, el evento Controller Centricity (8ª edición), celebrado el pasado 10 de octubre, tuvo la gentileza de invitarme para abrir la jornada reflexionando brevemente sobre las tendencias globales que están configurando el mundo actual.

Pueden ver en esta noticia lo más destacado de mi ponencia:

El pensamiento crítico y la creatividad son fundamentales para gestionar el entorno actual

Un mundo crecientemente polarizado

Hace unos días explicaba cómo se están agravando los riesgos geopolíticos globales.

Las ideas clave de mi presentación, en lo que respecta a la geopolítica, fueron las siguientes:

(1) El mundo se encuentra cada vez más polarizado. El regreso del realismo político ha puesto en primer plano la competencia y el conflicto, desplazando la cooperación internacional.
(2) EE. UU., China y Rusia están marcando el nuevo orden global, impactando en el comercio, la estabilidad política y la seguridad. La caída del optimismo globalista es evidente.
(3) La rivalidad entre EE. UU. y China va más allá de lo económico, compiten también por la supremacía tecnológica y militar, afectando sectores clave como los semiconductores y las telecomunicaciones.
(4) EE. UU. ha impuesto aranceles y sanciones a empresas tecnológicas chinas, lo que ha exacerbado las tensiones y llevado a restricciones en la exportación de productos estratégicos. La UE también se ha sumado a esta tendencia.
(5) Rusia ha redibujado el mapa estratégico con la invasión a Ucrania, desencadenando una crisis energética, disrupciones en las cadenas de suministro y una mayor inflación. El rey europeo se dio cuenta que estaba desnudo
(6) La reconfiguración de las cadenas de suministro es una realidad. Las empresas están buscando reducir su dependencia de China, un proceso mucho más complicado de lo que parece. Del just in time al just in case.
(7) Si los países no se benefician del comercio, de los flujos tecnológicos y de capital, sufrirán en términos de crecimiento. La globalización está en retroceso y las oportunidades de prosperar también.
(8) El tablero está cambiando, y debemos estar preparados para nuevas reglas del juego a todos los niveles.

La nueva geopolítica del comercio global

La historia nos dice que olvidar las lecciones proteccionistas del pasado conlleva desagradables consecuencias en el presente y el futuro.

Por desgracia, muchos políticos y economistas siguen desmemoriados. No son buenas noticias para el comercio, ni para la humanidad....

Mi nuevo artículo en Sintetia explica como las guerras comerciales, la conformación de nuevos bloques comerciales geopolíticamente más cercanos, las sanciones económicas y la reestructuración de las cadenas de suministro son solo algunos de los factores que están redefiniendo el comercio mundial.

Leer el artículo completo

Panorama geoeconómico global

“Omnishambles”, que no tiene una traducción exacta al español, describe una situación que es mala en muchos sentidos, porque las cosas se han organizado mal y se han cometido errores graves. Esto es, el mundo tal cual lo estamos viviendo ahora mismo.

Mi nuevo artículo en Sintetia efectúa un breve recorrido analítico sobre lo que está ocurriendo en el mundo.

2024: un año geopolíticamente incierto y difícil

Mis conclusiones en el webinar de Global Chartered Controller Institute, GCCI: 2024 se presenta muy incierto.

La inflación, a pesar de la reciente mejora, sigue siendo un aspecto clave a seguir. Se observa una tendencia a la baja, con una moderación de los precios energéticos, aunque las materias primas y los alimentos siguen en niveles elevados. Si se mantiene esta tendencia de descenso, podría conllevar a una bajada progresiva de los tipos tasas de interés, lo que reduciría su impacto en la economía, especialmente en familias y empresas, muy castigadas por una acumulación sucesiva de impactos sanitarios, económicos y sociales. No obstante, el principal riesgo actual, que puede trastocar todo este panorama, es el geopolítico. Por tanto, la incertidumbre es máxima.

Hiperpriorizar

Los Controllers de gestión deberán prepararse psicológicamente para reaccionar a un contexto en el que la incertidumbre va a ser una constante en los próximos años.

En este contexto, las empresas deberán desarrollar un control de gestión interno potente para que sean más flexibles, horizontales y sepan reaccionar con mayor rapidez ante los cambios.

El #controller ha de estar preparado para “hiperpriorizar” acciones en un escenario de incertidumbre y, sobre todo, planificar para la disrupción, no para la perfección.

Mi ponencia en el congreso Controller Centricity 2023

Bienvenidos al viejo nuevo mundo

Vivimos en un mundo económicamente hiperconectado pero con una fragmentación geopolítica y tensiones internas en aumento. Y esta dualidad será el pan nuestro de cada día para gobiernos, empresas y ciudadanos.

Grandes protagonistas de esta realidad compleja son las multinacionales, responsables del 32% de los flujos mundiales de valor añadido y del 64% de las exportaciones. Cuando se trata de bienes intensivos en conocimiento, los menos sustituibles, la cifra aumenta hasta el 82%.

Esta configuración determina que los elementos de fricción locales (cada vez más numerosos) tengan efectos multiplicadores globales desde el punto de vista económico, energético, de defensa y estratégico. Riesgos que se suceden, superponen y realimentan.

El problema es que la mayoría de organizaciones no está preparada para gestionar un entorno de esta naturaleza. Y no puede ser que la primera vez que empecemos a abordar una cuestión sea cuando ya se ha convertido una crisis.

Aquí no hablamos de Cisnes Negros, sino de Rinocerontes Grises: riesgos con alta probabilidad de ocurrencia e impacto masivo si suceden, pero que no reconocemos como amenazas porque pasamos por alto su obviedad. No es que no veamos venir los problemas; los despreciamos. Y así nos va.