Los Estados Regulados de América

Impresionante esta página norteamericana donde se trata de analizar una de las grandes partidas de gasto federal oculto e incontrolado: el coste de la regulación.

Excluyendo las páginas en blanco, el Registro Federal de los Estados Unidos contabilizaba en 2013 79.311 páginas (el cuarto nivel más alto de la historia). En 1986 eran 44.812 y en 1936 2.620. Un crecimiento que parece no tener fin.

Los cinco primeros reguladores, que producen el 44% de las normas, son los Departamentos del Tesoro, Interior, Comercio, Transporte y Salud y Servicios Sociales.

El problema con los costes regulatorios es que resulta imposible conocerlos en su totalidad, al no estar presupestados y ser a menudo de naturaleza indirecta.

En este enlace pueden descargar el completísimo informe del año 2014.

Having agencies audit their own rules is like asking students to grade their own exams.

El valor de la discrepancia, en una cita

Primera reflexión tras conocer la noticia de la cancelación de la colaboración de Juan Ramón Rallo con TVE: sólo se avanza desde la curiosidad intelectual, la duda y el contraste de esa duda mediante el debate continuo de ideas contrapuestas.

En la discrepancia y en la disdencia se revelan las personas que reflexionan y toleran. Lo demás, es farsa.
— Miguel Ángel Núñez

Pecados profesionales: la soberbia

Nota: entrada del 6/12/2008 recuperada y adaptada de mi antiguo blog.

Decía San Agustín"la soberbia no es grandeza sino hinchazón; y lo que está hinchado parece grande pero no está sano".

De todos los defectos de un profesional exitoso, la soberbia es uno de los más comunes y más difícil de reconocer y evitar. El Diccionario de la Lengua Española la define como "altivez y apetito desordenado de ser preferido a otros"  y también como "satisfacción y envanecimiento por la contemplación de las propias prendas con menosprecio de los demás". Estamos hablando, pues, de esa persona que cree que sólo su trabajo es valioso, que todo lo que le antecede es malo, que la única verdad sustantiva es la suya y que los demás siempre están equivocados. ¿Cuántos jefes o compañeros conocen que alguna vez se hayan comportado así? ¿Y cuantas veces hemos caído nosotros mismos en ese comportamiento?

Hace tiempo estudié el caso de un ejecutivo brillante y ambicioso que, recién llegado a la empresa, consiguió en pocos meses desmantelar un proceso de mejora que había costado casi dos años finalizar. Con un prestigioso máster bajo el brazo y convencido de la irrefutable validez de su estrategia, entró como elefante en una cacharrería y desbarató la organización entera. No respetó ni estudió el trabajo de su antecesor ni atendió a sus subordinados, no se preocupó por analizar las fortalezas y debilidades de un negocio que desconocía y gestionó su perseguido cambio de forma deplorable. Los resultados cayeron en picado, se destrozó el equipo humano y él acabó despedido.

Daño para la empresa, daño para las personas, tiempo y dinero desperdiciado... todo ello hubiera podido evitarse con menos soberbia y más sensatez

Estar alerta y saber escuchar son requisitos imprescindibles para cualquier profesional.

  • Estar alerta: ser curiosos, autocríticos e imaginativos para someter nuestro juicio a contrastes sistemáticos y así poder asegurarnos de que la realidad es tal como es y no como nosotros la consideramos. Ejercer la duda constructiva.
  • Saber escuchar: siempre, a compañeros y subordinados, para reconocer otras lógicas, mejores métodos, nuevas ideas o sugerencias originales.

Contra la soberbia, en fin, humildad. Debemos reconocer nuestras propias limitaciones, en el convencimiento de que casi nada se puede conseguir en solitario. Por no decir nada.  

Ahora bien, tal y como apostillaba mi admirado Quevedo, "más fácil es escribir contra la soberbia que vencerla". Así que, si en algún momento me ven flaquear, les ruego que me lo hagan saber con toda la confianza que me merecen.

Panorama general de los lobbies en USA

Hoy publico en Sintetia la tercera entrega de mi serie sobre lobbysmo en Estados Unidos, un tema que considero apasionante por las enormes diferencias que presenta con España.

Los tres artículos persiguen ofrecer una visión general sobre este fenómeno y ser una fuente de consulta que nos permita reflexionar, comparar y extraer enseñanzas útiles, pensando en el caso improbable de la implantación de un sistema similar en nuestro país, alejado del remedo castizo que nos caracteriza:

  1. ¡Que viene el lobby! Realidades, mentiras, mitos y leyendas del lobbysmo en USA (1)

  2. Realidades, mentiras, mitos y leyendas del lobbysmo en USA (II): con los datos en la mano.

  3. Realidades, mentiras, mitos y leyendas del lobbysmo en USA (III): ser lobbysta, líneas rojas y zonas grises.

Espero que les resulte de interés y les animo a formular sus observaciones al respecto.

El boom del "shale" USA, competitividad, lobbysmo castizo y otras lecturas

1. Muy interesante artículo en el Financial Times sobre el fenómeno del "shale" estadounidense:

Algunos analistas cuestionan la sostenibilidad de la producción, empeñada en una "batalla entre unos recursos recalcitrantes y la creatividad empleada para extraerlos". Otros aventuran un descenso de los precios que disminuirá la presión explotadora de yacimientos de "shale". Un tema que merece la pena seguir de cerca, con relevantes implicaciones económicas y geopolíticas. Muy recomendable el mapa interactivo al final del artículo, mostrando la evolución de la producción en el tiempo.

2. Ya está disponible el Global Competitiveness Report 2014-2015, donde España ocupa un discreto puesto 35 entre 144 países. Una posición en la que estamos estancados (36 en 2013 y 35 en 2012) y que no se corresponde con la dimensión económica y el potencial de nuestro país.

Este es el top 25 de países por competitividad: 

Y a continuación pueden ver la evaluación global de España:

El informe completo en pdf lo pueden descargar aquí. Nos queda todavía un largo trecho que recorrer como país.

3. Mi apreciada Lilian Fernández destaca la noticia de que Sareb ha creado un registro para blindarse contra la influencia de políticos "conseguidores". Como no podía ser de otra manera tratándose de España, dicho registro NO es público. Ella denomina a esta realidad patria "lobbismo y transparencia castiza". De nuevo, en esta cuestión tenemos mucho que aprender de otras naciones como Estados Unidos.

4. Merece la pena analizar en profundidad este artículo aparecido en la edición de fin de semana del Washington Post: "Want better, smaller government? Hire another million federal bureaucrats".  Podemos hallar incluso un cierto paralelismo con la situación española, donde un creciente (y en algunos casos descontrolado) número de funcionarios autonómicos y locales se contrapone a un envejecido funcionariado estatal, todo ello sin contar el complejo y gravoso entramado público empresarial y fundacional. Mi opinión sucinta sobre el artículo: muy buena descripción e interesantes datos, conclusión errónea.

5. Eric Frattini comparte en Twitter está desternillante reseña de "1984" de Orwell en Amazon España. Da para unas buenas risas, aunque mirado desde el punto de vista educativo el asunto no tenga tanta gracia.

Lecturas, hallazgos y breves reflexiones: 02/09/2014

1. Algunos artículos interesantes:

2. Buen resumen de los datos del paro en agosto desde El Economista. Aunque no son para tirar cohetes, las cifras subyacentes no arrojan grandes descalabros. También resulta interesante el análisis de BBVAResearch, aunque su llamativo titular no refleje adecuadamente lo indicado en su contenido. Una estratagema habitual para llamar la atención de los medios.

3. Empieza la parte crucial del proceso de quiebra de Detroit. Un tema que sigo de cerca. Muchas veces, la quiebra constituye la única forma auténtica de renacer para una estructura burocrática endeudada y enferma.

4. Un dato curioso para los apologetas de los medios de comunicación públicos. Miren las fuentes de financiación de la radio pública norteamericana por excelencia, NPR. Una visión harto diferente de lo que significa un medio "público" ¿no?

5. Magnífico hallazgo, este texto tan actual del gran Enrique Jardiel Poncela (gracias al Señor Caronte):

6. Para finalizar, la frase económica del día. Sin comentarios:

Tenemos algunos problemas en la producción industrial, pero no en toda
— CFK


Lecturas y breves reflexiones: 1/09/2014

1. Hallazgos de valor añadido durante una jornada festiva aquí en EE.UU:

2. Michelle Bachelet anuncia un plan de emergencia de 500 millones de dólares para reforzar la economía en Chile. Inquietante senda la de un país dinámico y con unas sólidas bases económicas. ¿Camino de una refundación populista?

3. Una quiebra del hasta ahora virtuoso eje del Pacífico puede desestabilizar de nuevo Latinoamérica, máxime con Brasil en recesión técnica antes de sus elecciones. Entre tanto, Argentina y Venezuela siguen a lo suyo.

4. Por otra parte, teniendo en cuenta como está Europa y las intervenciones que se nos vienen encima, no está mal recordar lo siguiente:

(Quien les diga lo contrario, miente como un bellaco. Avisados quedan)

(Quien les diga lo contrario, miente como un bellaco. Avisados quedan)

5. Una última pregunta para reflexionar, surgida de la lectura del interesante artículo de Abel Fernández que les he recomendado:

¿Podrían la sanidad o la educación ser prestados íntegramente por el sector privado?



Antes de subirnos a la nube del liderazgo, seamos buenos jefes, por favor

Nota: Entrada del 07.04.2012 recuperada de mi antiguo blog

Hay palabras que saturan por exceso de uso y por defecto de práctica: liderazgo, excelencia, sinergia, visión... Todas ellas quedan muy bien en los manuales de gestión, y todavía mejor resaltadas con letras capitulares en una presentación de Power Point, pero no dejan de ser palabras trampa que retratan a quienes las pronuncian en vano, algo que suele ocurrir demasiadas veces. Exigen compromiso y ejemplaridad, no marketing. 

A todo el mundo, por ejemplo, se le llena la boca con el liderazgo (aproximadamente 36.200.000 resultados en Google en 0,6 segundos). Es la vaca sagrada de los recursos humanos, el tótem que todo directivo debe adorar. No buscamos jefes, perseguimos líderes. Ser buen gestor no es suficiente, tienes que liderar a tu grupo. Mucho mejor: tienes que liderarlo maximizando sinergias en busca de la excelencia. De ahí pasamos a elucubrar sobre si el líder nace o se hace y a revisar las mil y una técnicas para forjar líderes que tanto dinero hacen ganar a consultores y autores de libros demanagement. De hecho, si uno lee con detenimiento y espíritu crítico muchos de esos trabajos, comprobará que se halla ante un eterno refrito de consignas que van mutando de nombre y envoltorio. No deberíamos sorprendernos por ello; es el signo de los tiempos.

El liderazgo, como tantas otras cualidades, no es más que la aplicación exquisita de la sensatez y la honestidad en el trato de las personas que dirigimos, con una regla de oro: no hacer a nuestros subordinados lo que no dejaríamos que ellos nos hicieran a nosotros. Todas las demás recomendaciones, nada novedosas, derivan de esta máxima. A saber:

  • Bajar del pedestal y hablar, preguntar, conocer a las personas a nuestro cargo.
  • Disponer siempre de tiempo para escuchar lo que nuestra gente tenga que decirnos. Ese tiempo resultará siempre una inversión segura.
  • Explicar de forma clara y comprensible nuestras intenciones y órdenes. Claridad de expresión significa claridad de pensamiento.
  • No tomar decisiones sin reflexionar o informarse. La gran mayoría de nuestro trabajo diario no exige de nosotros urgencias inmediatas. Pensemos.
  • Controlar nuestras reacciones. Esto es, el clásico "contar hasta 10". Hasta 100, si hace falta. Un arrebato de ira, de pánico o de inconsistencia no beneficia a nadie.
  • Ser consecuentes: hacer lo que se dice y decir lo que se hace. Y ello empieza por exigirnos al máximo a nosotros mismos.
  • Ser siempre responsables: nuestra responsabilidad como jefes es ineludible e indelegable. Podemos delegar la autoridad, pero nunca la responsabilidad. Los errores del equipo son nuestros errores y los éxitos deben atribuirse a quienes colaboraron en su consecución.

Podemos denominar estas sensatas reglas de buen proceder como queramos, o disfrazarlas de llamativos términos anglosajones. Si conseguimos llevarlas a cabo seremos buenos jefes. Y me da que de ser buen jefe a ser buen líder sólo hay un leve toque de maquillaje, por mucha literatura empresarial que queramos interponer.