Economía-Ficción: la Financiación Autonómica de Super Mario Bros

Consideremos un país minúsculo y ficticio, que podemos llamar Microlandia.

Un país de 100 habitantes organizado en 5 Micromunidades Autónomas. La mayor de ellas, A, aglutina el 30% de la población y tiene un nivel medio de desarrollo, razón por la cual el Estado Microlandiano le otorga una financiación de 120.000 unidades monetarias (m€, microeuros) del monto total disponible de 500.000, obtenido de los impuestos, cotizaciones y tasas a toda la población.

La Comunidad E es la menos poblada (con 10 microlandianos) y también la menos desarrollada. Recibe por ello la mayor parte del esfuerzo inversor del Estado: 125.000 m€. La Comunidad más rica y la segunda más habitada, B, percibe una importante cantidad estatal, 100.000 m€, pero no está satisfecha: su financiación per cápita está por debajo de la media. Veamos el cuadro resumen de financiación:

Com. Pobl. Rank Aport. a la renta nacional Financ. pública recibida Financ. per cápita
A 30 3 120.000 4.000
B 25 1 100.000 4.000
C 20 2 80.000 4.000
D 15 4 75.000 5.000
E 10 5 125.000 12.500

Con la dfistribución actual, la financiación media per cápita del país (= 500.000 m€ / 100 hab.) se sitúa en 5.000 m€.

Ante las protestas reiteradas del Micropresidente de la Comunidad B ("Microlandia nos roba"), el Microministro de Hacienda del país promete "que la financiación de la Comunidad B no quedará por debajo de la media". Es más, decide otorgar a B precisamente la cantidad media per cápita de 5.000 m€ para satisfacer sus demandas. Pero hete aquí lo que ocurre entonces con el cuadro financiero:

Com. Pobl. Financ. per cápita Financ. pública recibida
A 30 4.000 120.000
B 25 5.000 125.500
C 20 4.000 80.000
D 15 5.000 75.000
E 10 12.500 125.000

Resulta que el esfuerzo inversor del Estado Microlandiano en la Comunidad B tiene efectos no deseados. El gasto público aumenta en total 25.000 m€, algo inadmisible para el Microrresponsable de Economía, que está dispuesto a gastar pero no tanto, puesto que el objetivo de déficit microlandiano peligra.

Además, la financiación media per cápita del Estado se ha incrementado hasta 5.250 m€, lo que deja a las Comunidades A, C y D en en peor situación que antes con respecto a dicho valor medio. Y B sigue por debajo: ¡Inadmisible!.

Tras duras negociaciones, dimes y diretes, amenazas y promesas, el Consejo de Microministros modifica el modelo de financiación, que queda como sigue:

Com. Pobl. Financ. per cápita Financ. pública recibida
A 30 4.300 129.000
B 25 5.000 125.000
C 20 4.400 88.000
D 15 4.500 67.500
E 10 9.050 90.500

Como ustedes podrán fácilmente comprobar, el gasto público se ha mantenido estable (500.000 m€), la financiación media per cápita queda de nuevo en 5.000 m€, cifra que ¡por fin! logra alcanzar la Comunidad B. Ésta ve así colmadas sus "reivindicaciones históricas". Pero entretanto, la redistribución solidaria de rentas entre Microcomunidades ha pasado a mejor vida.

Las matemáticas no engañan: con este sistema, en este país ficticio, para que unos perciban más (ya sean los más ricos o los más desfavorecidos) otros tienen que perder. ¿Quiénes son entonces son los verdaderos paganos de Microlandia?

¿Lo tienen ustedes claro? Les felicito si es así.

Moraleja: o esto lo arreglan entre todos los Microlandianos o no habrá areglo posible.


Disclaimer

Hasta en la sopa

Ayer noche cené sopita caliente, esa de letras que tanto me gusta porque me recuerda la niñez. Como antaño, jugué a componer palabras, pero sólo conseguí formar una: 

La deshice de inmediato, pero las letras quedaron flotando muy cerca, amenazando con recomponerse. Las sorbí de una cucharada pero se resistieron a ser deglutidas y me atraganté. Entre toses y arcadas, aprovecharon para escabullirse por el conducto nasal, camino de mi oído interno. Sentí como lo atravesaban para instalarse finalmente en mi cerebro. 

Ahora no dejan de atormentarme. Se agitan, picotean mis neuronas y activan las sinapsis cuando leo el periódico y se ven reconocidas en cada titular o pie de foto. Vibran entusiasmadas al escucharse en los telediarios y espacios radiofónicos, y me inoculan dolor cuando trato de ningunearlas. 

Me han robado la paz de espíritu. Soy un pobre ciudadano en busca de ese gramo de soma que cure mis diez sentimientos melancólicos. ¿Qué puedo hacer? Tal vez si pongo la Sexta... 

Me cuentan que por allí sale a menudo un tipo con coleta y mucha labia que promete dinero para todos en un nuevo paraíso terrenal. Eso suena bien. Total, para escuchar cantinelas, al menos que nos regalen los oídos.

Les dejo, pues. Voy a tirar la sopa por el retrete y a sentarme frente al televisor. 

[Clic]

El Kit Maybelline de los gobiernos manirrotos

El pasado 21 de noviembre publiqué en Sintetia la primera parte de un nuevo artículo, a propósito de la lectura de un magnífico documento de trabajo del FMI elaborado por  Timothy C. Irwin, sobre lo que el autor denomina “accounting devices”: artificios contables destinados a reducir el déficit oficial del año en curso incrementando el déficit futuro, aplicables también a los datos de deuda.

La entrada incluía una sencilla tabla con la taxonomía de tales estratagemas, organizadas según los efectos a conseguir en el ejercicio corriente y las consecuencias derivadas de su aplicación en ejercicios futuros:

Pueden acceder al artículo completo en el siguiente enlace:

Física político-administrativa: el Momento Burocrático de Inercia

Nota: entrada del 04/02/2012 recuperada y actualizada de mi antiguo y desaparecido blog.

Los que me leen habitualmente saben que siempre insisto en referirme a la enorme dificultad, rayana en la imposibilidad, que vamos a encontrar para salir de esta crisis sistémica utilizando los mecanismos del propio sistema.

Recurrir a los mismos trucos de siempre, renombrándolos u ordenándolos en secuencias distintas, sólo conseguirá retrasar el crudo momento de la verdad. En el ámbito público, tal afirmación resulta casi irrefutable. El aparato burocrático español tiene hechuras de mastodonte y resulta un compendio de derroche e ineficiencia. Vivimos en un sistema basado en la superposición de administraciones manirrotas que solapan servicios públicos, subvenciones y otros inventos, justificando su existencia en la legitimidad de un modelo de estado que no fue pensado para tamaño dispendio.

Podemos asemejar nuestra Administración a un gigantesco objeto que gira sobre sí mismo, dando vueltas y más vueltas alrededor de paradigmas que deberían estar ya superados. En este punto surge el concepto físico de momento de inercia.

El momento de inercia es similar a la inercia, excepto en que se aplica a la rotación en vez de al movimiento lineal, y además depende de la distribución de la masa en el objeto. Cuanto más lejos está la masa del centro de rotación, mayor es el momento de inercia.

Matemáticamente se expresa como:

I = \sum m_ir_i^2 \,

Imaginen una mole siempre creciente (la Administración) desarrollando su perpetuo movimiento circular burocrático alrededor de un eje ciudadano cada vez más alejado de ella.

La resistencia que presenta dicha mole a ser desacelerada o detenida en rotación resulta inconmensurable, debido a su momento de inercia. A ella se incorporan generaciones sucesivas de políticos y burócratas sin afectar apenas su movimiento. Y así transcurren las décadas...

La única forma de reducir ese Momento de Inercia Burocrático es mediante la reducción drástica de la masa administrativa y su acercamiento decidido al ciudadano.

Iniciativas ambas sobre las que guardo un pertinaz (y sano) escepticismo.

Los efectos de la fiesta monetaria, en una viñeta

A veces, una simple imagen o una buena tira de cómic resumen en un genial flash cientos de sesudas explicaciones sobre un determinado fenómeno económico. Es lo que ocurre con esta viñeta encontrada ayer en The Telegraph sobre lo que realmente está ocurriendo en los mercados con tanto QE y tanta inyección de liquidez. Para enmarcar (click para ampliar):

Consejos para evitar la "fatiga y recaída del deudor"

Ayer se publicó en mi blog de finanzas éticas y responsables de Domestica Tu Economía un nuevo artículo de la serie dedicada a la difícil lucha contra el endeudamiento familiar.

En el texto se reflexiona sobre los principales peligros que amenazan nuestro camino hacia unas finanzas personales libres de cargas onerosas:

Los anteriores artículos de la serie fueron: