La Pizarra de Bart: fiabilidad
Nueva aportación de Simón que hacemos copiar a Bart, para que se quede bien grabada.
Nueva aportación de Simón que hacemos copiar a Bart, para que se quede bien grabada.
(Texto revisado y rescatado de la eliminación alevosa que en su día efectuó el diario"El País" de todos los blogs de su Comunidad, incluido el mío. Demos gracias a una oportunísima copia de seguridad).
Una de las cosas que más me gusta hacer los domingos es madrugar.
Levantarme cuando todos duermen, disfrutar del silencio de la casa con una taza de café y navegar por la red, leyendo de forma aleatoria, dejándome sorprender. También resulta un momento excelente para escribir o empezar a esbozar proyectos. La mente fresca, recién soñada, tiene esa tersura de las cosas descansadas y permite que las ideas fluyan sin esfuerzo ni cortapisas. Después, sobre las 09:30, llega Canela reclamando su paseo. Puede ser una caminata a paso ligero, una carrera o un vagabundeo, pero para mi perra es el mejor momento del día. Sabe que las mañanas dominicales son sus mañanas, y así me lo recuerda. Insistentemente, hasta que abandono el escritorio.
Hace ya casi dos años, antes de viajar a los Estados Unidos, andábamos zascandileando por el campo entre matojos y senderos, cuando nos cruzamos con un caminante solitario que subía la pendiente a paso vivo.
Era un tipo chiquito, de piel morena y curtida, con porte de indio andino. En condiciones normales no le hubiera prestado atención, pero aquel hombre acarreaba dos regaderas de latón. Una roja, de tamaño mediano, muy abollada, y otra verde más nueva y pequeña. Se me hacía raro verlo allí, en medio del campo, tan diminuto, tan apurado y reconcentrado, con esas dos regaderas de colores a cuestas. Como quien no quiere la cosa, decidimos seguirlo a distancia. No sé si les he comentado que Canela y yo somos dos curiosos impenitentes.
Anduvimos más o menos en paralelo durante unos diez minutos, hasta que se detuvo en medio de un grupo de arbustos y plantas, al abrigo de unas rocas solitarias. Entonces depositó las regaderas en el suelo, se agachó y empezó a canturrear mientras acariciaba tallos, desbrozaba malas hierbas y regaba aquel rincón campestre que al parecer era tan suyo.
No pude resistirme y me acerqué. El hombre se levantó con toda naturalidad, dándome los buenos días y sonriéndome con una dentadura descompuesta. Tenía un fuerte acento sudamericano, difícil de entender, porque además hablaba muy bajito. Le pregunté por aquel ritual. Me dijo que se llamaba Uriel (eso creo) y que era peruano, natural de Puno.
"Estas son plantas puquinas, de mi tierra. Yo las cuido". Me nombró algunas, pero no las recuerdo.
"¿Y las regaderas?", inquirí, curioso.
"Una tiene sólo agua y la otra un preparado con cositas que les pongo para que estén hermosas y fuertes".
Uriel me contó que llegó a Madrid con sus hijos hacía más de diez años, en pleno auge de la construcción. Ahora llevaba casi tres en paro, pero no se quejaba: su hija y su yerno tenían un trabajo estable y con eso salían adelante. Él, de vez en cuando, hacía chapuzas que completaban el presupuesto familiar.
"Mis hijos y nietos son españoles, ¿sabe?", me comentó, orgulloso pero con cierto tono melancólico.
"Entonces ¿no quiere regresar al Perú?"
"Todavía no he vuelto allá, señor. Lo añoro, pero no había futuro, sólo hambre".
Luego añadió, mientras arrancaba hojas secas de uno de los arbustos:
"Ustedes, que ahora hablan tanto de crisis, no saben lo que es la pobreza. Tenían que conocer mi aldea. Además, uno tiene su patria donde florece su familia. Mire las plantas. Son un poco como yo: no son de acá, pero no conocen lugar mejor".
Me contó también que, en su Puno natal, se dedicaba a recoger y vender hierbas y flores medicinales en los mercados.
"Allí tenemos de todo. Hojas, tallos y pétalos para corregir la sangre, para el dolor de estómago, para el cambio de vida de las mujeres, para los nervios, los sustos, las muelas, el mal aire... Hay varias parecidas por aquí".
Me señaló algunas y me habló de sus propiedades, con un murmullo que a veces se me hacía incomprensible. Canela lo olisqueaba de vez en cuando, meneando el rabo en busca de atención. El tiempo nos pasó volando. Había que regresar a casa para preparar el desayuno de mis chicas. Lo dejé con sus afanes y una sensación de paz y maravilla.
Si hay algo que siempre, siempre me sorprende, es la gente. Como decía Carl Sagan, en algún sitio algo increíble espera ser descubierto. Y no hay nada tan increíble y rico como el ser humano. No encontraremos tanta diversidad ni en cien mil millones de galaxias.
Desde entonces, pienso muy a menudo en Uriel y en su actitud ante la vida, y más ahora que vivo fuera de mi tierra (aunque en condiciones incomparablemente mejores). En lo mucho que nos miramos el ombligo y en lo demasiado poco que valoramos lo que tenemos.
También me digo que todos deberíamos llevar nuestras propias regaderas de colores, para así hacer florecer. día tras día, pequeños paraísos. Porque una suma de paraísos modestos, alcanzables y compartidos constituyen el mejor futuro posible para todos.
Publica hoy Íñigo Errejón (Podemos) un ampuloso artículo en El País ("Grecia en la encrucijada"), repleto de tópicos y de lugares comunes más propios de un panfleto electoral que de un presunto brillante licenciado. Convierte la bajada a la cruda realidad de Syriza en "logros parciales", dibuja una Alemania malvada que viaja "por caminos alejados de la dignidad de los pueblos europeos", clama contra "la ortodoxia de la austeridad" (recuerden mi reciente repaso de la lexicografía al uso) y afirma barbaridades tales como la que sigue:
“Si se disolviera la eurozona tal y como la conocemos, todos entraríamos en un descomunal juego de suma cero: todas las partes perderían.”
Le recomendaría al señor Errejón que repasase el concepto de suma cero antes de pontificar inanidades y meterse en sonrojantes charcos conceptuales. También le agradeceríamos que no dibuje realidades alternativas, como cuando afirma que "la puesta en marcha por parte del BCE de un plan de expansión cuantitativa no se entiende al margen de la entrada en escena de Syriza". Todo un maestro del birlibirloque, Don Íñigo.
Y, por supuesto, aparece de nuevo esa idea de las "propuestas tan sensatas como financiar la deuda en base al crecimiento". A este respecto, el autor se limita a mencionar el concepto sin explicar (ni saber, me temo) de qué está hablando, cómo funciona un instrumento de deuda ligado al PIB ni cuáles son sus pretendidas ventajas e inconvenientes, no vaya a ser que descubramos que es otro de esos globos ideológicos que tanto les gusta lanzar.
Para despejar tales dudas, la semana pasada publicamos en Sintetia la primera parte de un artículo dedicado precisamente a los bonos ligados al crecimiento, una idea atractiva pero muy poco sólida y además, con paupérrima y muy discutible experiencia de aplicación:
El próximo martes 17 podrán leer ustedes la segunda parte de la entrada. Hasta entonces, sigan ustedes observando la realidad con ojos curiosos pero críticos.
Gentileza (cómo no) de Simón :-)
El pasado 23 de febrero se publicó una nueva entrada en mi blog sobre finanzas éticas y responsables de Domestica Tu Economía. En ella reflexionaba sobre la necesidad de interiorizar las buenas prácticas financieras y aplicarlas de forma que nos funcionen en el día a día. Ello implica ceñirse a unos buenos hábitos cotidianos y, sobre todo, hablar mucho sobre finanzas en el ámbito familiar:
Rescatado de mi biblioteca para apaciguar el insomnio de mi apreciado @mgaussage, gran hacedor de letras. Quevedo siempre al rescate:
Desde el pasado 2 de diciembre de 2014, fecha de su presentación oficial en The Luxonomist (revista digital especializada en información económica y tendencias con clara visión crítica y formativa), mi perrita Canela lleva dictándome todos los miércoles nuevas páginas de su Diario. En ellas va contando a los lectores su experiencia norteamericana desde una perspectiva perruna.
Canela escribe sobre sus increíbles vecinos humanos y caninos, sus experiencias cotidianas, las últimas novedades sobre moda canina, en fin, sobre todo lo que va viendo y olfateando con su curiosidad insaciable.
Hoy, con una entrada dedicada a su ama, cumple ya 10 artículos. Y quedan muchos más por venir.
En el menú superior del blog tienen ustedes un acceso directo a todos las entradas de ese Diario. Que lo disfruten, porque no sólo de economía vive el hombre.
Atendiendo una pregunta de mis apreciados @Juanalvrod @gatnau @Cabor22 sobre posibles escenarios en la situación griega.
Por probabilidad: 1) Nuevo "rescate" disfrazado de victoria griega, gestionado por un ente no llamado Troika @Juanalvrod @gatnau @Cabor22
— Sebastián Puig (@Lentejitas) February 16, 2015
2) Ruptura de negociaciones, default y salida del euro. @Juanalvrod @gatnau @Cabor22
— Sebastián Puig (@Lentejitas) February 16, 2015
3) Grecia aceptando el plan de rescate actual a cambio de ayudas adicionales y reformas @Juanalvrod @gatnau @Cabor22
— Sebastián Puig (@Lentejitas) February 16, 2015
4) Probabilidades: - Escenario 1: 50% - Escenario 2: 40% - Escenario 3: 10% @Juanalvrod @gatnau @Cabor22
— Sebastián Puig (@Lentejitas) February 16, 2015
5) Luego no digáis que no me mojo. Escenario más optimista: (1) 55% / (2) 35% / (3) 10% @Juanalvrod @gatnau @Cabor22
— Sebastián Puig (@Lentejitas) February 16, 2015
6) Escenario más negativo, ahora mismo: Nuevo rescate maquillado: 50% Default y salida del euro: 50% @Juanalvrod @gatnau @Cabor22
— Sebastián Puig (@Lentejitas) February 16, 2015
7) Y cada día que pasa, la posibilidad de salida crece. Que era el escenario de partida electoral de Syriza. @Juanalvrod @gatnau @Cabor22
— Sebastián Puig (@Lentejitas) February 16, 2015
8) Si Grecia hace default y sale, ya tendrá una buena colección de culpables para sortear lo que venga. @Juanalvrod @gatnau @Cabor22
— Sebastián Puig (@Lentejitas) February 16, 2015
9) Y lo que trae el default tiene dos posibles ejemplos económicos: el malo o el peor, Argentina o Venezuela. @Juanalvrod @gatnau @Cabor22
— Sebastián Puig (@Lentejitas) February 16, 2015
(10) Fin de la perorata. Ahora, a esperar acontecimientos. @Juanalvrod @gatnau @Cabor22
— Sebastián Puig (@Lentejitas) February 16, 2015
Otro posible escenario mixto, nada descartable, sería el de una salida pactada del euro, orquestada como desacuerdo, pero con ayudas europeas para no dejar derrumbarse el país. ¿Con default o sin default? That is the question...
¿Bazas de Grecia? Pocas. Su posición en Europa es muy débil y delicada:
Grecia Vs Eurozona: indicadores
Reflexiones a vuelatuit sobre la propuesta de Syriza (y Podemos) relativa a la posibilidad de emitir bonos ligados al crecimiento (además de convertir la deuda en perpetua), una cuestión sobre la que hay muy poca divulgación en los medios económicos:
(1) Ahora resulta que la emisión de deuda ligada al crecimiento es la panacea de Podemos y Syriza. Pues no.
— Sebastián Puig (@Lentejitas) February 12, 2015
(2) En primer lugar, un bono ligado al PIB tiene muy difícil colocación en mercados que NO sean puramente institucionales.
— Sebastián Puig (@Lentejitas) February 12, 2015
(3) Asimismo, un bono ligado al PIB tiene serias complicaciones añadidas relacionadas con el pricing y la prima de riesgo del país.
— Sebastián Puig (@Lentejitas) February 12, 2015
(4) Luego, lógicamente, está el tema de la fiabilidad política, económica y estadística del país. Algo NADA baladí.
— Sebastián Puig (@Lentejitas) February 12, 2015
(5) Por ejemplo: ¿Cuál sería el umbral de la tasa de crecimiento del PIB usado para esos bonos? Una cuestión clave.
— Sebastián Puig (@Lentejitas) February 12, 2015
(6) Y todavía más relevante: Los datos de crecimiento del país ¿se basan en "previsiones presumibles" o en "datos reales y auditables?"
— Sebastián Puig (@Lentejitas) February 12, 2015
(7) Ejemplo: Argentina, marzo 2014. Kicillof "redujo" el crecimiento de 2013 al 3% frente al 4,9% declarado anteriormente.
— Sebastián Puig (@Lentejitas) February 12, 2015
(8) Resultado: por arte de "magia" el cupón PIB argentino no disparaba su pago (umbral de 3,22%). Muy oportuno.
— Sebastián Puig (@Lentejitas) February 12, 2015
(9) Teniendo en cuenta el historial crediticio y estadístico de Grecia,los bonos ligados a crecimiento parecen tocomocho o quita encubierta.
— Sebastián Puig (@Lentejitas) February 12, 2015
(10) Como bien dijo Santiago Carbó, el problema no son las peticiones de Syriza sino la ausencia de reformas que les den credibilidad.
— Sebastián Puig (@Lentejitas) February 12, 2015
El tema merece un artículo de fondo, algo que estoy considerando para Sintetia. A este respecto, Pepe Fdez-Albertos me ha proporcionado un enlace a un interesante "paper" sobre el tema (de pago), que data de 2004 y que leeré con sumo interés.
En relación con la fiabilidad contable de algunos países en lo que se refiere a la publicación de ciertas cifras macroeconómicas clave, viene a cuento mencionar dos artículos publicados hace unos meses:
Estaré encantado de leer sus aportaciones al respecto.
Hoy he reflexionado en Sintetia sobre la frontera entre "ciencias humanas" y "ciencias físico-naturales. La entrada surgió en respuesta al reto planteado por el ingeniero industrial y brillante pensador David Herce, a propósito de una reflexión sobre economía y entropía, así como al primer artículo resultante de ese reto, en el que mi apreciado vecino de farras intelectuales en Sintetia, Simón González de la Riva, concluía con pocas dudas que comparar física y economía no tiene ningún sentido.
La entrada está dando lugar a un interesante contraste de pareceres en mi timeline de Twitter, que espero siga produciéndose en días venideros.