Desendeudarse: ¿a lo bola de nieve o en avalancha?

Los lectores habituales de este blog conocen de sobra mi insistencia en mantener unos hábitos financieros saludables, entre los que se halla el endeudamiento responsable, que pasa por el reconocimiento de nuestras acciones y el análisis de aquellos comportamientos cotidianos que, inadvertidamente, nos van cargando de obligaciones económicas innecesarias.

No obstante, somos seres humanos y como tales, metemos la pata, a menudo de manera reincidente. En el tema de la deuda, ello significa encontrarnos con una situación que puede llegar a ser insostenible. Recordemos el mecanismo que nos conduce a ese círculo vicioso:

1.       Gastamos más de lo que ingresamos.

2.       Pedimos prestado (créditos o equivalentes) para cubrir la diferencia.

3.       Una parte cada vez mayor de nuestros ingresos se dedican a pagar deudas.

4.       Seguimos endeudándonos más para mantener nuestro ritmo de vida.

5.       Nuestras deudas terminan absorbiendo toda nuestra renta.

Troncos y bombonas

Supongamos ahora que hemos superado el punto 3 del mecanismo anterior. Empezamos a encontrarnos agobiados por la deuda acumulada, pero no sabemos cómo actuar, entre otras cosas porque tampoco conocemos muy bien la naturaleza y composición de dicha deuda. En este sentido, les presento una visualización simple pero muy atractiva de la situación. Imaginemos que nuestra situación financiera es como un inmueble en llamas y que somos los bomberos encargados de su extinción. Al acceder al lugar nos encontramos en una esquina dos troncos ardiendo; en la otra, cinco bombonas de butano rodeadas de llamas.

(Imagen: ReadyForZero)

¿Qué situación atacarían ustedes? El sentido común nos indica que deberíamos tratar de apagar primero las llamas que afectan a las bombonas, porque pueden explotar y extender el fuego de manera descontrolada. Sin embargo, también podríamos encargarnos rápidamente de los troncos, para luego centrar todo nuestro esfuerzo en las bombonas. 

Los troncos ardiendo representan deudas de menor importe, relativamente fáciles de liquidar, mientras que las bombonas son aquellas deudas que nos generan elevados pagos de intereses, los cuales, siguiendo la inapelable regla del interés compuesto, amenazan con expandirse peligrosamente.  

Pues bien, la teoría de la bola de nieve, expuesta por Dave Ramsey, afirma que es mejor empezar por las deudas de menor cuantía, puesto que al liquidarlas de forma rápida se genera un impulso positivo que motiva a continuar con nuestro plan reductor. Los recursos que se van liberando se emplean en el pago de la siguiente deuda, y así sucesivamente.

Por el contrario, el sistema de avalancha propugna empezar con aquellas deudas por las que pagamos mayores intereses. De igual modo, los remanentes liberados se dedican a amortizar las deudas subsiguientes.

Estamos, por lo tanto, contraponiendo un procedimiento que nos anima a persistir en el esfuerzo frente a otro que nos facilita una liquidación más rápida de la deuda a menor coste.  ¿Cuál elegir, entonces?

Hagamos números

Pongamos un sencillo caso de ejemplo, sin preocuparnos por ser rigurosos en la naturaleza de los saldos crediticios o sus condiciones de pago. Supongamos que estamos a 1 de septiembre de 2023 y hemos llegado a tener las siguientes deudas que nos están agobiando:

1)      Préstamo personal: tenemos un saldo pendiente de 9.000 €, con una tasa de interés del 7%. Pago 350 €/mes.

2)      Crédito al consumo pendiente: 5.000 € al 15%. Pago 150 €/mes

3)      Saldo máximo alcanzado en la tarjeta de crédito: 10.000 € al 27,5 %. Pago 300 €/mes.

4)      Anticipo de nómina: 6.000 € al 4,5%. Pago 200 €/mes.

Nuestra deuda total es de 30.000 € y pagamos 1.000 € al mes por los distintos saldos. Sin ninguna estrategia de reducción, liquidaríamos nuestra última obligación tras 64 larguísimos meses. Todo ello, claro está, siempre que no nos hubiéramos metido en más pufos. La cantidad final a pagar en concepto de intereses resulta descorazonadora:

Los números de la familia Púfez

Supongamos ahora que agarramos el toro por los cuernos, nos apretamos el cinturón, eliminando gastos innecesarios, y conseguimos dedicar unos 1.300 € al mes (en lugar de 1.000) para deshacernos de tan pesada carga. Decidimos además adoptar una estrategia activa de reducción. ¿Cómo sería el resultado si optamos por el sistema de bola de nieve (menores saldos primero)?

Desendeudamiento por bola de nieve

Comprobamos que, siguiendo dicha estrategia y haciendo un gran esfuerzo de contención, conseguimos liquidar todas nuestras deudas ¡en 29 meses! (en lugar de 64) pagando muchísimos menos intereses (5.143,63 € menos, ahí es nada). Si alguno de ustedes está interesado en la tabla de amortización, no tienen más que pedírmela. Pero, ¿qué ocurre si en lugar de la bola de nieve elegimos el sistema de avalancha (los mayores intereses, primero)? Aquí tienen el resultado:

Desendeudamiento por avalancha

Los números no mienten: con el método de avalancha conseguimos liquidar antes todas nuestras deudas (en nuestro supuesto, tardamos dos meses menos) y, además, nuestra carga de intereses es aún menor (1.587,63 € menos que con la bola de nieve). Sin embargo, en este caso saldamos nuestra primera deuda (la tarjeta) a los 22 meses, mientras que en el sistema bola de nieve ya habríamos amortizado el crédito al consumo, el anticipo de nómina y el préstamo personal durante ese mismo período, con el importante efecto psicológico que ello supone.

Sentido común

La lógica económica nos dice que el sistema de avalancha es indudablemente mejor en términos de tiempo y de intereses pagados. No obstante, no debemos despreciar la faceta emocional de nuestro esfuerzo financiero. Citando de nuevo Dave Ramsey, el padre del sistema de la bola de nieve: “las finanzas personales son un 20% de conocimiento y un 80% de comportamiento”. Y tiene mucha razón, porque sin una adecuada disposición de ánimo que nos otorgue disciplina lo más seguro es que acabemos abandonando nuestros planes a la primera de cambio. Y vuelta a empezar.

En cualquier caso, ya sea con un sistema u otro (o una mezcla ad hoc de ambos), una estrategia financiera de reducción de deuda es absolutamente necesaria si no queremos ver nuestro dinero escurrirse por el sumidero de los intereses pagados.  Dicho esto, lo más recomendable es no tener que llegar a una situación como la descrita. El sentido común (a menudo tan escaso) nos dice que cuantas menos y menores deudas, siempre mejor

La importancia de tener al día nuestros documentos financieros y últimas voluntades

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Hace ya unos años publiqué un artículo en Domestica tu Economía sobre la necesidad de tener ordenados, controlados y al día nuestros papeles y documentos financieros. Reflexionaba entonces sobre lo poco preparados que solemos estar (de hecho, no lo estamos nunca) para la terrible situación de perder inesperadamente un familiar, afrontar una penosa enfermedad o hacer frente a un accidente o fatalidad, algo que pone literalmente patas arriba nuestra realidad personal y, muy a menudo, también la financiera.

Aquella entrada de 2014 viene a cuento por el inesperado fallecimiento de Luciano, mi padre, el pasado mes de noviembre. Sí, Luciano, el protagonista de mi anterior entrada sobre presupuestos familiares, “Las finanzas personales en los recuerdos del abuelo”, gracias a quien pude hacer un recorrido por las finanzas personales de este país durante la posguerra y los años del desarrollo. Esos recuerdos, publicados muy poco antes de su muerte, quedan ahora registrados como el hermoso legado de un hombre cabal, a quien nadie le regaló nada en la vida y que vivió hasta el último momento con dignidad y salud para contarlo.

Luciano se nos fue en un suspiro, pero incluso después de fallecido nos dio una generosa lección sobre cómo dejar sus asuntos en perfecto estado de revista.

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Sistema de pensiones y futuro: por qué ahorrar para la jubilación es imprescindible

En 2030, España será el cuarto país del mundo con mayor edad media: 50,1 años frente a 33,1 a nivel global. El 25,6% de la población española superará los 65 años. En el camino, además, perderemos población, aumentará la tasa de dependencia y el gasto en pensiones puede hacer inviable al actual sistema, de no adoptarse sustanciales reformas.

Piensen ustedes en este dato a la hora de intentar comprender cómo afectará al sistema de pensiones. En 30 años puede que acabe habiendo más jubilados que trabajadores. En mi nuevo artículo de Domestica Tu Economía reflexiono sobre esta relevante cuestión, destacando el papel que el ahorro tiene para nuestro futuro.

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La zozobra del pequeño ahorrador en un mundo de intereses negativos (II)

El pasado mes de diciembre empezamos a reflexionar en Domestica Tu Economía sobre el impacto que un panorama de intereses negativos o cercanos al cero ha tenido y tiene en nuestras finanzas personales. El reciente entorno económico de masivas expansiones monetarias y reducciones sucesivas de tipos nominales ha puesto las cosas realmente difíciles a quienes pretenden obtener un rendimiento económico aceptable de sus ahorros.

Ante esta situación, nos preguntábamos dónde podríamos ubicar nuestros pequeños ahorros en este mundo de intereses negativos o cero, descartando en un principio la opción de guardar el dinero bajo el colchón, puesto que no resulta sencillo ni barato mantener de forma segura efectivo en nuestro poder. Así pues, ¿qué alternativas nos quedan? En esta segunda parte analizamos algunas opciones...

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La zozobra del pequeño ahorrador en un mundo de intereses negativos

Hace un año inicié en Sintetia una serie de artículos de política monetaria sobre la actuación de los bancos centrales en las últimas décadas. Empezaba mi recorrido resumiendo el estado de situación de una economía en la que estos bancos centrales han adquirido un enorme protagonismo, de tal forma que sus continuas intervenciones, primero convencionales y luego “extraordinarias”, se han convertido en el pan económico nuestro de todos los días. Si bien su papel durante la gestión de la gran crisis financiera fue clave, al evitar un colapso en la liquidez del sistema que sin duda hubiera agravado la depresión, resulta más dudosa su eficacia para propiciar el regreso al crecimiento, la creación de empleo, el desapalancamiento global, la disminución del riesgo del sector financiero, la sostenibilidad de las finanzas públicas y los desequilibrios estructurales de los estados.

Mi nuevo artículo en Domestica Tu Economía trata sobre el impacto que este panorama de intereses cercanos al cero o negativos ha tenido y tiene para sus ahorros, esos que tanto cuesta ganar y tan pronto se evaporan

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Domestica tu Economía cumple 2 años

El pasado 26 de noviembre se cumplieron dos años desde que Cetelem lanzó el portal Domestica tu Economía, un proyecto que forma parte de su política de Crédito Responsable y que hoy cuenta ya con más de 700.000 páginas vistas.

Desde entonces, en Domestica tu Economía se han publicado más de 700 artículos con consejos de ahorro y consumo responsable; recursos para la gestión de la economía doméstica y contenidos divulgativos sobre economía y finanzas personales.

He tenido el honor de participar desde el principio (e incluso antes) con un magnífico grupo de bloggers, que ha ido creciendo con el tiempo hasta constituir un dinámico quinteto. Me acompañan en ese afán de compartir conocimientos, reflexiones y consejos:

Antonio de Miguel , periodista y blogger financiero, además de Social Media Strategist especializado en Finanzas en Roi Up Agency. Ha trabajado en Cinco Días, Finanzas.com, Inversión & Finanzas y FinancialRed.com. Se le puede seguir en Twitter y en “En el fondo de mi bolsillo”.

Eneko Delgado, abogado especialista en propiedad intelectual, patentes, marcas y derecho de la competencia. Diplomado en Ciencias Económicas por la Universidad de Deusto es además experto en nuevas tecnologías, oratoria y argumentación. Podéis seguirle la pista en @EnekoDelgado y en su espacio“Firmar después de leer”

Pilar Blázquez, periodista económico en elDiario.es, antes en Público, Bolsa5 o la revista Capital. Con nosotros comparte sus conocimientos en “La trastienda de la Economía”. En Twitter podéis seguirle en @Praxagoras21

Ignacio San Martín, Responsable del Área Procesal y de Protección de Datos de Cetelem España. Antes ha sido Director del Área de Recobro Judicial de nuestra empresa y Director del Servicio de Reclamaciones. Desde 2014 mantiene el blog “Al otro lado de ese Derecho” y colabora con el portal jurídico de deporte IUOSport, dedicado a derecho deportivo. Con nosotros escribe en “Desde la letra pequeña”. En Twitter: @SMNacho

Un honor seguir divulgando con todos ellos. Never surrender!

Si vas a comprar un coche, haz bien las cuentas

En el anterior artículo de mi blog sobre finanzas éticas y responsables analizábamos los elementos básicos a considerar a la hora de comprar una vivienda, una de las decisiones financieras más importantes de cualquier familia. Siguiendo la misma línea, esta vez analizo las finanzas básicas que subyacen detrás de la compra de otro elemento fundamental para la vida cotidiana: nuestro coche.