La fiebre del oro

Ante el panorama geopolítico global, muchos países han recurrido al hashtag#oro, viejo patrón, tradicional refugio y barómetro infalible de inestabilidad. Tras un año de subidas, ha alcanzado los 3.000 dólares la onza, récord histórico.

Para numerosas naciones, una gran reserva de oro otorga mayor credibilidad económica en la escena internacional. Los cinco países que más aumentaron sus reservas de oro en 2024:

1º Polonia: 90 toneladas.
2º Turquía: 75 toneladas.
3º India: 73 toneladas.
4º China: 44 toneladas*.
5º República Checa: 21 toneladas.

*En 2022, China había adquirido 62,2 toneladas y en 2023 224,9.

¿Un nuevo Churchill europeo?

Muy interesante la entrega semanal de Ana Palacio sobre la falta de liderazgo fuerte en la Conferencia de Múnich. No obstante, lo de "un nuevo Churchill" resulta poco realista.

Acierta la autora en describir el escenario actual, con una Europa atrapada en su debilidad estratégica y dependiente de EE.UU., que ahora prioriza Asia. La crisis de identidad occidental y la ausencia de visión estratégica agravan la situación.

No obstante, me parece poco realista esperar un nuevo Churchill en Europa. Su liderazgo surgió en una guerra existencial, con una amenaza mucho más real y una sociedad dispuesta a sacrificios. Esto es, Churchill fue el resultado de circunstancias excepcionales: una amenaza inmediata, una sociedad movilizada y un liderazgo dispuesto a tomar decisiones difíciles. Europa hoy enfrenta desafíos graves (el nuevo papel de EEUU, Rusia, China, crisis económica), pero sin la misma voluntad política.

Además, el liderazgo europeo está fragmentado entre instituciones comunitarias y gobiernos nacionales con agendas diversas, a veces contrapuestas. No hay un líder con el carisma, la visión y la capacidad de movilización que tuvo Churchill. Ni se le espera.

En su lugar, la UE depende ahora de consensos lentos, una pesada burocracia y un liderazgo colectivo que, aunque eficiente en tiempos de estabilidad, es insuficiente en momentos de crisis que exigen decisiones rápidas y audaces.

Pienso que el desafío no consiste en encontrar un solo gran líder, sino en generar un ecosistema de gobernanza más fuerte, donde los países europeos puedan actuar con mayor rapidez y determinación. Y para ello no se necesita "un salvador", sino una concurrencia de voluntades.

En mi última ponencia, explicaba a mi auditorio que no soy del todo pesimista. Confío en una reacción de la UE cuando se vea ya al borde del abismo. Como decía Robert Schuman, acciones urgentes de facto que propicien luego un cambio de paradigma europeo. Espero que no sea tarde.

Tendencias globales 2025

Una año más, el evento Controller Centricity (8ª edición), celebrado el pasado 10 de octubre, tuvo la gentileza de invitarme para abrir la jornada reflexionando brevemente sobre las tendencias globales que están configurando el mundo actual.

Pueden ver en esta noticia lo más destacado de mi ponencia:

El pensamiento crítico y la creatividad son fundamentales para gestionar el entorno actual

Un mundo crecientemente polarizado

Hace unos días explicaba cómo se están agravando los riesgos geopolíticos globales.

Las ideas clave de mi presentación, en lo que respecta a la geopolítica, fueron las siguientes:

(1) El mundo se encuentra cada vez más polarizado. El regreso del realismo político ha puesto en primer plano la competencia y el conflicto, desplazando la cooperación internacional.
(2) EE. UU., China y Rusia están marcando el nuevo orden global, impactando en el comercio, la estabilidad política y la seguridad. La caída del optimismo globalista es evidente.
(3) La rivalidad entre EE. UU. y China va más allá de lo económico, compiten también por la supremacía tecnológica y militar, afectando sectores clave como los semiconductores y las telecomunicaciones.
(4) EE. UU. ha impuesto aranceles y sanciones a empresas tecnológicas chinas, lo que ha exacerbado las tensiones y llevado a restricciones en la exportación de productos estratégicos. La UE también se ha sumado a esta tendencia.
(5) Rusia ha redibujado el mapa estratégico con la invasión a Ucrania, desencadenando una crisis energética, disrupciones en las cadenas de suministro y una mayor inflación. El rey europeo se dio cuenta que estaba desnudo
(6) La reconfiguración de las cadenas de suministro es una realidad. Las empresas están buscando reducir su dependencia de China, un proceso mucho más complicado de lo que parece. Del just in time al just in case.
(7) Si los países no se benefician del comercio, de los flujos tecnológicos y de capital, sufrirán en términos de crecimiento. La globalización está en retroceso y las oportunidades de prosperar también.
(8) El tablero está cambiando, y debemos estar preparados para nuevas reglas del juego a todos los niveles.

Panorama geoeconómico global

“Omnishambles”, que no tiene una traducción exacta al español, describe una situación que es mala en muchos sentidos, porque las cosas se han organizado mal y se han cometido errores graves. Esto es, el mundo tal cual lo estamos viviendo ahora mismo.

Mi nuevo artículo en Sintetia efectúa un breve recorrido analítico sobre lo que está ocurriendo en el mundo.

2024: un año geopolíticamente incierto y difícil

Mis conclusiones en el webinar de Global Chartered Controller Institute, GCCI: 2024 se presenta muy incierto.

La inflación, a pesar de la reciente mejora, sigue siendo un aspecto clave a seguir. Se observa una tendencia a la baja, con una moderación de los precios energéticos, aunque las materias primas y los alimentos siguen en niveles elevados. Si se mantiene esta tendencia de descenso, podría conllevar a una bajada progresiva de los tipos tasas de interés, lo que reduciría su impacto en la economía, especialmente en familias y empresas, muy castigadas por una acumulación sucesiva de impactos sanitarios, económicos y sociales. No obstante, el principal riesgo actual, que puede trastocar todo este panorama, es el geopolítico. Por tanto, la incertidumbre es máxima.

Bienvenidos al viejo nuevo mundo

Vivimos en un mundo económicamente hiperconectado pero con una fragmentación geopolítica y tensiones internas en aumento. Y esta dualidad será el pan nuestro de cada día para gobiernos, empresas y ciudadanos.

Grandes protagonistas de esta realidad compleja son las multinacionales, responsables del 32% de los flujos mundiales de valor añadido y del 64% de las exportaciones. Cuando se trata de bienes intensivos en conocimiento, los menos sustituibles, la cifra aumenta hasta el 82%.

Esta configuración determina que los elementos de fricción locales (cada vez más numerosos) tengan efectos multiplicadores globales desde el punto de vista económico, energético, de defensa y estratégico. Riesgos que se suceden, superponen y realimentan.

El problema es que la mayoría de organizaciones no está preparada para gestionar un entorno de esta naturaleza. Y no puede ser que la primera vez que empecemos a abordar una cuestión sea cuando ya se ha convertido una crisis.

Aquí no hablamos de Cisnes Negros, sino de Rinocerontes Grises: riesgos con alta probabilidad de ocurrencia e impacto masivo si suceden, pero que no reconocemos como amenazas porque pasamos por alto su obviedad. No es que no veamos venir los problemas; los despreciamos. Y así nos va.

La corrupción como factor geopolítico

Los recientes escándalos de corrupción internacional ponen luz sobre un fenómeno cuya solución no puede alcanzarse únicamente en clave nacional a la vez que alertan sobre la necesidad de mantenerse vigilantes. El mundo globalizado, líquido y dominado por flujos, se ha hecho pequeño y la vida local se ha entrelazado con estructuras, procesos y eventos globales. Ahora bien, la globalización también internacionaliza cosas tan indeseables como la corrupción.

Este fenómeno, complejo y diverso, debilita al Estado y hasta puede propiciar su colapso. Los procesos en cuestión tienen lugar principalmente en entornos regionales, por lo que obligan a soluciones del mismo signo, que además deben ser integrales. Estas pasan por el reforzamiento de los Estados – y con ello de sus instituciones - desde sus propias referencias culturales, así como también por una mayor información y transparencia.

Se ha publicado en el Instituto Español de Estudios Estratégicos un trabajo en el que he participado como coautor junto con mi apreciado compañero Federico Aznar Fernández-Montesinos . Es un Documento de Análisis largo y denso, pero que tal vez les pueda interesar.

Leer: La corrupción como factor geopolítico

Geopolítica energética

Estados Unidos fue el mayor exportador mundial de #gas natural licuado el mes pasado por primera vez en la historia, gracias al "malvado" #shale. Y demos gracias por ello, porque nos ha sacado de un buen apuro en estos días. Nos beneficiamos, pero nos oponemos, como con la energía nuclear.

Abandonar la energía nuclear y penalizar el gas como energías de respaldo para la transición ecológica nos condena a tener una energía cara con un impacto claramente negativo sobre las rentas familiares y la competitividad de nuestra economía.

La #geopolítica de la #energía cobra en estos meses una relevancia especial.

Fuente: Bloomberg