Grandes "recortes" y muchísimos pequeños despilfarros

Una de las falacias conceptuales más clamorosas del debate económico actual consiste en repetir hasta la saciedad que la austeridad implica necesariamente recortes en servicios públicos esenciales, olvidando que todas las playas se han ido formando grano a grano. El agujero de las cuentas públicas y el imparable crecimiento de la deuda, también: el despilfarro se acumula en organismos inútiles, inanidades funcionales y dispendios innecesarios, que repetidos y multiplicados por horas, días y españoles acaban formando una enorme e incontrolable bola.

Siempre que tengo ocasión recomiendo una joya del sentido común empresarial, el "Manual Contra el Despilfarro" que Rafael del Pino, fundador de Ferrovial, publicó en julio de 1962 y en el que enseñaba a sus directivos como luchar contra “ese dragón de siete cabezas que se infiltra por todas partes (…), ese devorador de las empresas”. Devorador de empresas y de estados, añadiría yo.

Hay una idea fundamental que subyace en ese magnífico documento, y Del Pino la expresa muy bien: “no hay despilfarro pequeño, pues una misma forma se repite muchas veces y tiende siempre a aumentar, por lo que pronto adquiere caracteres de importancia”.

Tal razonamiento es válido para todos los órdenes de la vida económica, pública o privada. Coincido con el autor en que la lucha contra el despilfarro no se compone sólo de recetas adhoc, sino que se trata más de un "estado de ánimo", esto es, de una disposición ética hacia la sensatez y la austeridad, entendida esta (DRAE) como cualidad de austero: "sobrio, morigerado, sencillo, sin ninguna clase de alardes". Algo que casa muy mal con la naturaleza artificiosa del discurso político dominante, proclive al exceso y a solucionar los problemas tirando de chequera ciudadana.

Alguna de las recomendaciones del manual son perfectamente aplicables a la gestión de los recursos públicos. Hagamos un breve repaso a las mismas:

1) Cuando cualquiera de las administraciones decida prestar un servicio público, sus responsables deberían tener en cuenta:

  • Que no se esté prestando ya por otra administración. - Que el servicio corresponde exactamente a la necesidad que pretende cubrirse y no a intereses propios o ajenos.
  • Que la relación calidad/precio del servicio a prestar sea la adecuada, y que además se garantice su financiación en el tiempo.
  • Que la entidad que vaya a prestar el servicio esté correctamente dimensionada en infraestructura, medios materiales y personal. Un exceso de tamaño consume recursos financieros innecesarios que podrían emplearse en otros menesteres.

2) Los bienes públicos, obtenidos a través de impuestos, constituyen un verdadero tesoro para nuestra sociedad. Como escribe del Pino: "esto ya es una definición completa, y todo un programa". Los cargos políticos y los funcionarios deberían tenerlo en cuenta a la hora de manejarlos, y obrar como un cajero cuidadoso con aquellos caudales que no son suyos. Pero también los ciudadanos deben utilizar los bienes y servicios públicos de forma cívica y responsable. Es una cuestión de derechos, pero también de deberes.

3) Los servicios inútiles, accesorios o duplicados deben eliminarse de inmediato. Cuestan dinero, tiempo y esfuerzo, y no rinden utilidad alguna al ciudadano.

4) Cuando una administración contrata, debe elegir siempre el medio más económico. "Y como tal no se entienda siempre el más barato, sino aquel que resulta más adecuado a las circunstancias del caso".

5) Además de utilidad, la productividad de los medios públicos y de los funcionarios resulta asimismo un factor clave. Si tenemos recursos materiales y humanos ociosos estaremos despilfarrando salarios, intereses del capital público invertido y amortizaciones fijas. Cuanto mayor sea la productividad de dichos recursos menor será el coste de los servicios prestados. Esto es válido para todo tipo de prestación: educación, sanidad, defensa, seguridad, etc. Por ello, los responsables públicos deben velar por tener sus administraciones "bien engrasadas", vigilar constantemente su rendimiento y estudiar sus ineficiencias.

La realidad es que durante décadas nos hemos contentado con un manejo rutinario y burocrático de nuestros recursos, que ha coartado cualquier posibilidad de mejora. Si todas las administraciones públicas trabajaran intensamente en los cinco aspectos que acabamos de enunciar, otro gallo económico nos cantaría ahora.

Citando de nuevo a Don Rafael, disponer de una organización modélica es la mejor arma contra el despilfarro:

"Con un personal celoso y competente, la negligencia es rara y ocasional y por ello no ha de generar mucho despilfarro. Pero si la organización es deficiente; aún no habiendo negligencia se producirá despilfarro, que las más de las veces pasará inadvertido. Una buena organización es la mejor arma para el despilfarro, pues no dejará rincones oscuros donde pueda aquel disimularse. Inversamente, una buena organización hace casi imposible la existencia de negligencias, ya que éstas son pronto puestas de manifiesto y a la luz del día".

Y yo me pregunto (y seguro que ustedes también): ¿a qué siglo estamos esperando?

Éxito... relativo

"Debe evitarse hablar a los jóvenes del éxito como si se tratase del principal objetivo en la vida. La razón más importante para trabajar en la escuela y en la vida es el placer de trabajar, el placer de su resultado y el conocimiento del valor del resultado para la comunidad".

De nuevo, Albert Einstein

Breves reflexiones geoeconómicas sobre la "guerra del crudo"

Hace unos días descubrí en mi timeline un muy interesante gráfico de Raphael Bergoeing (@RBergoeingV) mostrando la evolución del precio del petróleo relacionada con eventos geopolíticos relevantes. Dicho gráfico, al que he añadido elementos adicionales, ofrece al lector una oportunidad para la reflexión (hacer click para ampliar): 

No cabe duda que el el fenómeno del shale oil es uno de los elementos clave de la actual tormenta de precios del crudo y  un factor que está modificando el panorama geoeconómico internacional. Para empezar, la autonomía energética estadounidense implica una mayor independencia de Oriente Medio y una pérdida de relevancia de la OPEC como actor clave global.

En palabras de Daniel Lacalle, el fracking ha desactivado la "prima geopolítica" del petróleo. Creo que no se puede expresar mejor con menos palabras.

Los acontecimientos de estas últimas semanas han sido presentados por los medios generalistas como una acción ofensiva contra la industria del shale, pero esta visión resulta a todas luces insuficiente sin considerar todos los actores del teatro de operaciones. 

Estados Unidos

Para EE.UU, el impacto de un crudo en el entorno de los 70-80 dólares es limitado. Con los precios actuales, sólo las explotaciones independientes y muy endeudadas (ubicadas en Texas, Oklahoma y North Dakota) están perdiendo dinero. No obstante, la industria petrolífera, a través de sus lobbies, presiona fuertemente a la administración para levantar la prohibición a las exportaciones de crudo, lo que constituiría un acontecimiento económico de impacto mundial.

En este sentido, el país ha pasado de ser en 2010 el mayor importador neto y bruto de derivados del petróleo a convertirse ya en el mayor suministrador bruto y el segundo mayor suministrador neto después de Rusia, a la que podría superar a finales de 2016.

Se estima que alrededor de 2020, EE.UU podría convertirse en exportador neto de crudo y sus derivados, considerados en conjunto


Arabia Saudí

El país árabe necesita, según Bloomberg, un barril a 97,5 dólares para equilibrar su presupuesto, aunque dispone de unas reservas de 736.000 millones de dólares para aguantar el envite. De hecho, más que una disputa con los EE.UU, muchos analistas ven en el movimiento saudí la intención de propinar un importante revolcón a Rusia y a los miembros más díscolos de la OPEC, como Venezuela e Irán. Veamos...

Rusia.

Es uno de los grandes perjudicados por el desplome de los precios, que trastoca muy seriamente sus cuentas públicas. La economía rusa, además, está viéndose afectada (bastante más de lo que reconoce Putin) por las sanciones financieras derivadas de su intervención en Ucrania. La gran caída del rublo con respecto al dólar es una de las consecuencias más llamativas de esta coyuntura. Punto a favor de Estados Unidos.

Venezuela

El miembro económicamente más débil de la OPEC puede sufrir nuevos conflictos civiles y una devaluación adicional de su moneda si se mantienen los precios actuales del crudo. Habrá que ver como lo digiere el régimen de Maduro, pero cuenten con que la culpa será de los Estados Unidos. ¿Acaso lo dudaban? Otro puntito para el casillero norteamericano.

Irán

Otro país afectado también por las sanciones económicas, en este caso debidas a su programa nuclear. Se estima que necesita el petróleo a 130,50 dólares por barril para equilibrar sus cuentas nacionales. Y el Tío Sam se anota otro tanto.

China

Actualmente el segundo mayor importador de petróleo del mundo, está aprovechando la guerra de precios para aumentar sus reservas estratégicas. Tablas con EE.UU.

Una vez revisada la situación de los principales actores, ¿quiénes le parecen ahora los ganadores y perdedores en esta contienda geoeconómica? 


Postdata: España.

Para nuestro país la situación actual supone un notable respiro, como importadores de crudo que somos. El impacto, en cualquier caso, es algo menor por la desfavorable evolución del tipo de cambio. Tampoco se traslada al consumidor debido a nuestra elevadísima carga impositiva y a las características de nuestro mercado, demasiado rígido e  intervenido, en el que no existe una verdadera competencia. Vean y comparen:


Recomendación final.

Las disquisiciones anteriores no son las de un experto. Si realmente quieren conocer con detalle todos los aspectos de la revolución energética que estamos empezando a vivir, nada mejor que leer: "La madre de todas las batallas: La energía, árbitro del nuevo orden mundial", de Daniel Lacalle y Diego Parrilla. No se lo pierdan. Avisados quedan.


El Kit Maybelline de los gobiernos manirrotos (II)

Publicada ya  en Sintetia la segunda parte de mi artículo dedicado a describir los diferentes artificios contables destinados a reducir el déficit oficial del año en curso incrementando el déficit futuro, aplicables también a los datos de deuda. Son estratagemas de uso universal y consistente en el tiempo, que muchos de los lectores reconocerán fácilmente.

Esta nueva entrega trata específicamente de aquellos instrumentos relacionados con las estadísticas de gasto público y su impacto en el déficit. 

Les animo a leerlos y formular sus comentarios al respecto.

La buena mala fortuna

La soberbia y la pereza (moral, intelectual y cívica) tienen mucho que ver con una clase de individuo que me cuesta soportar, en el trabajo y en la esfera privada: el típico quejicoso que a la menor ocasión se lamenta por su mala fortuna. Para este personaje, cualquier eventualidad es digna de su plañido y siempre resulta ser el más perjudicado. Protesta tanto por su desventura como por la buena suerte del vecino. Amargado e insatisfecho crónico, puede envenenar cualquier grupo con su incansable derrotismo.

Cierto es que siempre tendemos a sobrestimar nuestras pérdidas o carencias, incluso si son ridículas, pero convertir ese comportamiento natural en un hábito malsano sólo nos puede llevar a la desdicha. Por otra parte, es un defecto fácil de subsanar: sólo tenemos que cambiar de perspectiva.

Ya lo dijo Ortega y lo formuló científicamente Einstein: todo es relativo. Y haremos bien en recordarlo cuando caigamos en la tentación del lamento fácil. Bastará con mirar a nuestro alrededor (y más allá: echemos un vistazo al planeta) para comprobar que hay personas que están mucho peor que nosotros, en muchos sentidos. No se trata de ser acomodaticios, sino equilibrados en nuestro juicio.

Demostrar empatía, arrimar el hombro y respirar el dolor ajeno no nos hará más felices ni más ricos, pero nos ayudará a valorar las dificultades en su justa medida. Sólo entonces podremos comprender que, en un mundo superpoblado de sufrimiento y pérdidas, tenemos infinidad de motivos para vivir de manera positiva sin amargarnos la existencia ni estropeársela a los demás.

Finanzas y Futuro

Tenemos una tendencia natural a pensar que las cosas cambian muy poco a pesar de nuestro amplio conocimiento del pasado. No obstante, si reflexionamos más serenamente, nos daremos cuenta que aquellos recursos físicos, económicos y psicológicos, deseos, metas, pensamientos, y circunstancias de nuestra juventud poco, o muy poco, tienen que ver con sus equivalentes actuales.

Este es el tema de mi nuevo post sobre finanzas personales en Domestica tu Economía:

 

La Pizarra de Bart: Barreras

De nuevo, una oportuna sentencia de mi querido Simón González de la Riva con motivo de la lectura de "El próximo 'exit tax' o cómo crear incentivos perversos", crítica desde el mundo de los emprendedores a la modificación en el impuesto sobre la renta que entra en vigor en 2015, donde un supuesto tributo para gravar a los que crean riqueza y se van, puede acabar haciendo que nadie realmente con talento para emprender se quede. El artículo ha sido escrito a tres bandas por Martín Varsavsky, Iñaki Arrola y Javier García.

A golpe de Boletín Oficial del Estado no se crean empresas; las empresas las forman las personas, que tienen talento, energía, incentivos y que quieren verlos materializados.

Economía-Ficción: la Financiación Autonómica de Super Mario Bros

Consideremos un país minúsculo y ficticio, que podemos llamar Microlandia.

Un país de 100 habitantes organizado en 5 Micromunidades Autónomas. La mayor de ellas, A, aglutina el 30% de la población y tiene un nivel medio de desarrollo, razón por la cual el Estado Microlandiano le otorga una financiación de 120.000 unidades monetarias (m€, microeuros) del monto total disponible de 500.000, obtenido de los impuestos, cotizaciones y tasas a toda la población.

La Comunidad E es la menos poblada (con 10 microlandianos) y también la menos desarrollada. Recibe por ello la mayor parte del esfuerzo inversor del Estado: 125.000 m€. La Comunidad más rica y la segunda más habitada, B, percibe una importante cantidad estatal, 100.000 m€, pero no está satisfecha: su financiación per cápita está por debajo de la media. Veamos el cuadro resumen de financiación:

Com. Pobl. Rank Aport. a la renta nacional Financ. pública recibida Financ. per cápita
A 30 3 120.000 4.000
B 25 1 100.000 4.000
C 20 2 80.000 4.000
D 15 4 75.000 5.000
E 10 5 125.000 12.500

Con la dfistribución actual, la financiación media per cápita del país (= 500.000 m€ / 100 hab.) se sitúa en 5.000 m€.

Ante las protestas reiteradas del Micropresidente de la Comunidad B ("Microlandia nos roba"), el Microministro de Hacienda del país promete "que la financiación de la Comunidad B no quedará por debajo de la media". Es más, decide otorgar a B precisamente la cantidad media per cápita de 5.000 m€ para satisfacer sus demandas. Pero hete aquí lo que ocurre entonces con el cuadro financiero:

Com. Pobl. Financ. per cápita Financ. pública recibida
A 30 4.000 120.000
B 25 5.000 125.500
C 20 4.000 80.000
D 15 5.000 75.000
E 10 12.500 125.000

Resulta que el esfuerzo inversor del Estado Microlandiano en la Comunidad B tiene efectos no deseados. El gasto público aumenta en total 25.000 m€, algo inadmisible para el Microrresponsable de Economía, que está dispuesto a gastar pero no tanto, puesto que el objetivo de déficit microlandiano peligra.

Además, la financiación media per cápita del Estado se ha incrementado hasta 5.250 m€, lo que deja a las Comunidades A, C y D en en peor situación que antes con respecto a dicho valor medio. Y B sigue por debajo: ¡Inadmisible!.

Tras duras negociaciones, dimes y diretes, amenazas y promesas, el Consejo de Microministros modifica el modelo de financiación, que queda como sigue:

Com. Pobl. Financ. per cápita Financ. pública recibida
A 30 4.300 129.000
B 25 5.000 125.000
C 20 4.400 88.000
D 15 4.500 67.500
E 10 9.050 90.500

Como ustedes podrán fácilmente comprobar, el gasto público se ha mantenido estable (500.000 m€), la financiación media per cápita queda de nuevo en 5.000 m€, cifra que ¡por fin! logra alcanzar la Comunidad B. Ésta ve así colmadas sus "reivindicaciones históricas". Pero entretanto, la redistribución solidaria de rentas entre Microcomunidades ha pasado a mejor vida.

Las matemáticas no engañan: con este sistema, en este país ficticio, para que unos perciban más (ya sean los más ricos o los más desfavorecidos) otros tienen que perder. ¿Quiénes son entonces son los verdaderos paganos de Microlandia?

¿Lo tienen ustedes claro? Les felicito si es así.

Moraleja: o esto lo arreglan entre todos los Microlandianos o no habrá areglo posible.


Disclaimer