Benjamin Franklin y la deuda

Esta semana he estado en Filadelfia por motivos de trabajo. No conocía la ciudad y ha resultado una agradable sorpresa: bulliciosa, con mucha historia a sus espaldas, llena de claroscuros, tremendamente viva. Conocida orgullosamente por sus habitantes como "The City of Firsts", fue lugar de residencia de uno de los más grandes personajes estadounidenses y uno de sus Padres Fundadores: Benjamin Franklin, verdadero hombre renacentista por la variedad y amplitud de sus conocimientos.

Benjamin Franklin escribió sobre una enorme variedad de temas, entre ellos la economía. En su obra "The Way to Wealth"  reflexiona sobre el valor de la responsabilidad, la voluntad, la industria y la frugalidad en la consecución de un futuro económico venturoso. Se trata de una lectura muy recomendable en estos tiempos de falsa prodigalidad; sus reflexiones no han perdido ni un ápice de valor. Como ejemplo, lean este extracto en el que trata el tema de la deuda (traducción propia):

Piensa en lo que que haces cuando te endeudas; le otorgas a otro el poder sobre tu libertad. Si no puedes pagar a tiempo, te avergonzará ver a tu acreedor; tendrás miedo cuando hables con él; darás pobres y lamentables excusas, y poco a poco irás perdiendo tu veracidad hasta caer en la pura mentira.

Los acreedores tienen mejor memoria que los deudores; son una secta supersticiosa, fieles observantes de fechas y plazos. El día del pago llega antes de que puedas darte cuenta, y su exigencia antes de que puedas satisfacerlo; o, si eres consciente de tu deuda, ese plazo que al principio te parecía tan largo, acaba resultando extremadamente corto conforme se reduce.

Las ganancias pueden ser temporales e inciertas, pero siempre, mientras vivas, los gastos son constantes y ciertos; y como el Pobre Richard dice: ‘Es más fácil construir dos chimeneas que mantener una encendida’.

Por tanto, mejor irte a la cama sin cenar, que levantarte endeudado.

Pura sensatez ¿no les parece?


Postdata: "Pobre Richard" (Poor Richard) era el seudónimo bajo el que Benjamin Franklin publicó un famoso almanaque desde 1732 hasta 1758. También utilizó el seudónimo de Richard Saunders.

El valor de la discrepancia, en una cita

Primera reflexión tras conocer la noticia de la cancelación de la colaboración de Juan Ramón Rallo con TVE: sólo se avanza desde la curiosidad intelectual, la duda y el contraste de esa duda mediante el debate continuo de ideas contrapuestas.

En la discrepancia y en la disdencia se revelan las personas que reflexionan y toleran. Lo demás, es farsa.
— Miguel Ángel Núñez